viernes, 6 de agosto de 2010

Don Cruz Lizárraga


Hablar de El Muchacho Alegre, es rememorar una trayectoria de éxitos, trofeos y reconocimientos del medio artístico. Es recordar al pionero de la música de viento y creador de banda El Recodo.

Cruz Lizárraga Lizárraga ve la luz el 1 de julio de 1918 en El Recodo, comunidad ubicada a 40 kilómetros de Mazatlán. Sus padres son Teófilo Lizárraga Garzón y Concepción Lizárraga, ambos de oficio campesino.

Hombre sencillo, carismático, que con empeño y esfuerzo puso siempre un gran cariño en su grupo para proyectar el talento de sus músicos y el sonido único de la organización.

Ello lo constata la trayectoria artística de más de 70 años y haber pisado escenarios importantes en cuatro continentes.
El líder sinaloense nace y crece oyendo la banda, estaba en sus entrañas, la vivía, como un ente que existía dentro de su imparable ansia de ser un músico que expresara el sentir del pueblo.

Esta entrega natural y espontánea por un estilo de música, fue la energía que lo lleva a superar los obstáculos propios de la carrera musical.

Don Cruz es el primero que graba la música de banda y con ello abre las posibilidad de difusión y las oportunidad a otras agrupaciones para que se den a conocer más allá de las fronteras mexicanas.

NACE UNA ESTRELLA
El joven Crucito, como le llamaba la gente, nació con estrella, cuentan que era una persona que le caía bien a todos, por su trato amable y por la ecuanimidad con que se tomaba la vida.

"Para qué preocuparse por lo que no tiene remedio", solía comentar el clarinetista.
El músico cursó sólo el primer año de primaria, único grado escolar que se impartía en la comunidad.

Desde pequeño como todos los pobladores empezó a trabajar: fue arriero, agricultor, peluquero y hacia viajes de carga en burro hasta Durango.

Las familias convivían entre la siembra, el ganado, los chismes, las fiestas patronales, las limitaciones y la alegría de vivir, pues el puerto se encontraba a 6 horas de camino y era un mundo aparte.
La modernidad de una ciudad y una sociedad más o menos cosmopolita, contrastaba con la sencilla vida rural.

Desde Mazatlán se llevaban los instrumentos con los que las bandas de todos los pueblitos de la rivera le daban un toque de diversión a los bautizos, bodas y cumpleaños.

SU PRIMER INSTRUMENTO MUSICAL
Para poder comprar su clarinete, tuvo que vender una puerca, animal que en 1937 se valuaba por la manteca. Don Cruz obtuvo 75 pesos por ella y dio el enganche de lo que sería su primer instrumento musical.

Para terminar de pagarlo, trabajó con un vecino, Lucas, juntando anegas de maíz.
En ese tiempo, ser músico era sinónimo de vagancia y borrachera, así que tuvo que ponerse a estudiar a escondidas de sus papás.

Para 1938, su padre por fin le dio permiso de tocar y de integrarse a la banda de la comunidad. Su primera presentación fue en El Jacobo, a 15 kilómetros de su pueblo natal.

El Presidente Municipal Jesús Escobar, le prometió unos platillos para que se escuchará mejor, porque los que traían estaban chuecos.

Contaba que desde entonces los políticos prometían mucho pero que cumplían poco. No obstante, cuál sería su sorpresa que el Alcalde no sólo le entregó lo ofrecido, sino además: dos clarinetes, dos trombones, dos trompetas, una tarola y un bajo, con los que formó banda El Recodo.

Don Cruz fue un hombre querido. En los años 40 y 50, su música era "exclusiva" de los habitantes de la zona rural, sonido que poco a poco fue ganándose el gusto de toda la población, gracias a la alegría que le imprimía en cada una de sus actuaciones.
Fue un visionario, supo detectar en este género algo distinto, el toque mágico de la originalidad, la aportación de la región a la riqueza sonora que existía en el país.

EL LEGADO DE DON CRUZ


De 1930 a 1940
Fundada en la década de los 30, la banda sinaloense El Recodo de Don Cruz Lizárraga, se ha convertido en el transcurrir del tiempo en una leyenda plena de éxitos, trofeos y reconocimientos del pueblo y el extranjero.

De 1940 a 1950
Suena la tambora en México. La música de viento es significado de la mexicanidad, con sonido auténtico pero sencillo. La agrupación lo mismo toca La patrulla americana que Sansón y Dalila, una cumbia o una pieza clásica.
De 1950 a 1970

Don Cruz graba su primer disco con canciones como Mi gusto es y El sauce y la palma.

De 1970 a 1990
Años de aventura y búsqueda. No conforme con difundir el género de banda por el país, El Muchacho Alegre se lanza a la conquista de la unión americana, donde tiene gran éxito, y cosecha premios y reconocimientos durante dos décadas.

De 1990 a 2000
Entre los cientos de foros que ha pisado la agrupación mazatleca, destaca el Teatro de la Ciudad de México, lugar en el que se programó para tocar un fin de semana con su grupo y permanece en cartelera siempre con el letrero de "Localidades agotadas". Su actuación de prolonga por seis meses consecutivos.

Durante esta década conquista al público europeo, tocando en más de seis países, siendo la única banda solicitada para tocar en Hawaii, Japón, Australia, África, Alemania, Bélgica y Oceanía.

LA FAMILIA
El Muchacho Alegre se casó tres veces. De su primer matrimonio, con Cleofas Lizárraga, nació Germán, Cruz, Modesta, Jorge, Teófilo, Abelardo y José Ángel.
En la segunda unión, con Albina Lizárraga procreó a Araceli y Alberto.

De su enlace con María de Jesús Lizárraga nacieron: Luis Alfonso y Joel.
Eran otros tiempos y costumbres diferentes. Don Cruz fue un hombre muy productivo en todos los sentidos.

Coqueto de nacimiento, su peculiar forma de ser provocaba que lo siguieran mucho las mujeres, formalizando una relación en tres ocasiones.

También se robó varias novias y en su haber se cuentan 23 hijos, de entre los que se mencionan a Verónica y Benjamín.
Don Cruz tuvo una hermana, Victorina, quien siempre estuvo al pendiente de él.

EL FUNERAL DEL PADRE DE LAS BANDAS
Los sueños de dar a conocer su propuesta musical en El Viejo Continente se ven truncados, ya que fallece a consecuencia de cáncer el 17 de junio de 1995, cuando la agrupación se encuentra en Europa.
El sepelio de Don Cruz ha sido uno de los más concurridos en la historia, ya que paraliza Mazatlán y es objeto de múltiples muestras de cariño en el Teatro Ángela Peralta.

Durante el trayecto al Panteón Renacimiento, donde depositaron los restos del también compositor, el pueblo sinaloense se vuelca para despedirlo a lo que sería su última morada.

Frases de Don Cruz
"No descansaré hasta que la música de banda El Recodo sea escuchada en todos los rincones del mundo".

"...La música es un lenguaje único, un lenguaje universal".

"A mí me ha tocado vivir en dos épocas, la de mi juventud y la moderna, con todo sus adelantos. Y he podido adaptarme a vivir con rapidez con la prisa que se requiere en la actualidad".

"He logrado mantenerme vigente en el gusto del público con mi banda de música, con la que lo mismo interpreto una quebradita, que un vals, cumbia, bolero, ranchera, un paso doble y lo que me pidan".

"Para que preocuparse por algo que no tiene remedio".

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