jueves, 5 de agosto de 2010
Historia de la tambora sinaloense
La música es la manifestación más pura de las vivencias y sentimientos de los pueblos, a través de su arte y esencia se describen muchas historias, algunas verdaderas y otras que solo nacen de la florida imaginación de las gentes.
En la música los hechos y los sucesos se trasmiten de generación en generación y nos enseñan que la vida es melodía, ritmo y armonía, atributos que mitigan nuestras penas y hacen más placenteros nuestros momentos felices.
La música es nostalgia, sentimiento y alegría pero también es esperanza, el pulso de un pueblo y el instrumento que acerca a las naciones.
En Sinaloa nacemos con la música, vivimos con la música y morimos al ritmo de ella; es la que nos hace ser tan diferentes y distintos, pero a la vez tan universales. Nuestra historia musical traspasa fronteras y es símbolo de la grandeza de nuestras gentes.
En Sinaloa la música no-solo se manifiesta por los símbolos musicales plasmados en un pentagrama, en Sinaloa hay algo que le da vida, sabor y alegría: La TAMBORA.
La tambora Sinaloense es ruidosa, pachangera y estruendosa, pero dentro de su esencia también hay ritmo, melodía, sentimiento, vida y energía. Todos estos atributos eran logrados no obstante que la mayoría de los músicos no sabían tocar por nota, casi la totalidad eran interpretes líricos que contaban con una habilidad innata que les permitía tocar cualquier pieza con tan solo oírla, dice la conseja popular que entre ellos se decían que eran músicos de fina oreja.
Si bien es cierto que existía una predisposición natural entre la gente campirana para tocar este tipo de música, muchas de estas personas se preocuparon por aprender los secretos de las técnicas musicales; en ese sentido de mucha ayuda fueron las enseñanzas que impartieron un grupo de profesores avezados en estos menesteres musicales y de los que destacaron, Refugio "cuco" Godinez en el pueblo del Venadillo, a finales del Siglo XIX, José Virgen en la comunidad de Concordia, Sebastián Sánchez Tirado, el compositor del famoso chotis "Amor de Madre",Guillermo Enciso en el poblado de la Labor, Jesús Osuna y Osuna en el Quelite y hasta un Expresidente Municipal Gabriel R. Osuna, todos ellos muy duchos en la enseñanza de leer notas bajo el método de solfeo de D' Hilarión Eslava.
De los orígenes de la Tambora hay muchas versiones, pero la mas apegada a la realidad es la que sustenta la Socióloga y Etnomusicóloga Suiza Helena Simonette, la que después de extensos estudios y análisis de registros históricos, llego a la conclusión en su libro de Doctorado, "Que retumbe la Tambora" que la Tambora Sinaloense, nació en el Siglo XIX con la llegada de los inmigrantes Alemanes al Puerto de Mazatlán; todos ellos provenientes de la región de Bavaria, lugar en donde la música de viento era parte muy significativa de su cultura musical.
Estos inmigrantes junto con sus familias y costumbres trajeron consigo los clarinetes, las tubas, el contrabajo, las trompetas, el bajo, el tambor, los platillos las tarolas, las cornetas, el trombón y el amor por la música. Sonido musical extraño casi mágico que cautivo a las clases populares y fue el causante para que profusamente fuera adoptado por todo el territorio Sinaloense.
La música de Tambora es parte importante del folklore de Sinaloa, es el eje fundamental de nuestra cultura musical y la llave que nos a permitido llevar a otros estados del país y a algunos países del extranjero, parte del sentimiento regional de un pueblo alegre y amistoso. Nadie después de escuchar sus notas deja de estar sorprendido por el ritmo y la armonía que contiene su estructura musical y a partir de ese instante cae envuelto irremediablemente en su vibrante embrujo.
La música de Tambora, es pegajosa, agradable y adaptable a diferentes estructuras musicales, lo que le da amplia versatilidad ya que permite la ejecución de Corridos, Cumbias, Rancheras, Boleros, Salsas, Mambos, Merengues, Danzones, Congas, Valses, Fox Trot, Jazz, Blues, Swing, Marchas, Polkas, Tangos y Mazurcas, en fin cualquier genero musical no esta vedado para la tambora dado a la diversidad de sus instrumentos de viento.
Otra de las características de la música con tambora Sinaloense es que tiene su propio sello, es ese algo especial que la hace ser muy diferente a otras bandas que existen en otras regiones de la geografía de México.Un ejemplo de esta peculiaridad es que a diferencia de otras bandas cuyo sonido es monótono y repetitivo, la banda Sinaloense tiene una fluidez y ritmo musical que la hace ser distinta y más agradable musicalmente.
Inclusive aun en el contorno que la rodea existen diferencias de estilo que en lugar de limitarla la engrandecen y así encontramos que hay diferencias en cuanto a la forma de tocar de acuerdo a las diferentes zonas de nuestro estado.
El sonido de las Tamboras en el Sur del estado es más contundente, se aprecia a simple oído que los instrumentos se tocan con mayor fuerza y energía, por el contrario las bandas de la zona centro interpretan la música mas cadenciosamente, lo que no sucede con los músicos de banda de la zona norte que tienden a tocar mas apresuradamente, hecho que en no pocas ocasiones las lleva a perder un poco el ritmo.
Aunque habría que agregar que independientemente de la zona de que venga la banda, además de las influencias que la hacen tocar de tal y cual forma, todas también proyectaran un mucho de la esencia de las comunidades que les han dado origen.
No obstante que las Tamboras tiene su origen en el Siglo XIX, no es sino hasta mediados de los años 30's, y con mayor fuerza en los 50's que las tamboras empiezan a surgir por todo el mapa de Sinaloa, no hay pueblo o comunidad rural que no quiera ser representada musicalmente por una banda, todos se pelean por el honor de ser los favoritos en el gusto de las gentes y esta efervescencia da por resultado que de muchos poblados emigraran bandas a los principales municipios del estado a probar suerte y fortuna.
Las tamboras nacen en los pueblos, gente sana y noble las integran, orgullosos de sus raíces lo cual manifiestan al bautizar con el nombre de su pueblo o cosas y lugares relacionadas con su lugar de origen a sus conjuntos musicales. Aunque en fechas recientes nazcan grupos de banda que prefieren adoptar nombres más comerciales relacionados con actos de agresividad.
Él numero de integrantes que se necesita para formar una Tambora, fluctúa entre los 14 y 20 elementos, en un principio solo eran necesarios de 13 a 14 personas para integrarla, mismos que tocaban los siguientes instrumentos; Tres trompetas, dos trombones, tres clarinetes, una tuba, una tambora, un bajo, una tarola y los platillos, pero con la inclusión de vocalistas y mayor numero de instrumentos bases y nuevas percusiones, con la intención de darle mas fuerza musical a sus interpretaciones, el numero de integrantes de las bandas se ha incrementado.
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